Por poco que lo reconozcan los niños por la calle, este robot quitanieve se convertiría en toda una atracción en sí. Su desarrollo duró siete años, y es el fruto de ingenieros del Instituto Research and Development del NICO.
El robot tiene dos cámaras ocultas en lo que parecen ser ojos, así como un sistema GPS y una serie de sensores de movimiento. Lo más interesante es su forma de trabajar ya que en vez de recoger la nieve, la comprime para hacerla más compacta, se la traga y convierte en cubitos de hielo de 24 pulgadas.
Un gran invento, sí señor. Luego se podrían aprovechar los cubos de hielo para refrigerar el pescado o la carne. Aunque para sí, este robot de 400kg y color amarillo seguirá siendo un Pokemon, sólo le faltan las orejas en punto.
Noticia sacada de: Ounae