Una casa no, no sería viable, además te pelarías de frío y cualquier podría echarla al suelo de un navajazo. En fin, el concepto no innova pero resulta ser un gran invento para ferias y demás eventos. Es, en definitiva, ni más ni menos que una carpa hinchable, pero queda muy chulo.
Soplando durante menos de ocho minutos por un tubito (no te preocupes, no lo harás con la boca sino con la ayuda de compresores), el templo se levantará ante tus ojos fuera de sus orbítas. ¡Quéeeeee boniiiiito! Sí, recuerdan estos castillos hinchables en los que ligabas de peque tirándote al cuello de las nenas del club de vacaciones. Pero hoy, has cambiado y esta estructura hinchable podría ser tu próximo despacho, con un alquiler de 220€ al día. Es una idea muy similar a la de las oficinas móviles de las que os hablamos hace poco en Ounae.
Noticia sacada de: Ounae