Investigadores en Boston han desarrollado un nuevo sistema que permitirá a los pacientes tomar su medicina de forma pasiva, es decir que ya no será necesario ni que se acuerden de tomársela ni recordárselo. Es muy sencillo, se logra vía el implante de microchips controlados de forma inalámbrica.
El implante consiste en un microchip capaz de administrar él solito la medicina al paciente ya que viene programado para esto. El implante almacena una reserva de hasta cien dosis de fármacos que se suministrarán al enfermo a intervalos regulares.
El implante podría incluso analizar el sistema sanguíneo y cantidad de glucosa en la sangre del paciente, algo que resultaría tremendamente útil para la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. Olvidarse de tomarse la medicina ya no será un problema en el futuro.