Acérquese más a su pareja, abrácela, y los diseños cambiarán de color hacia un rosado mucho más cálido. Los dibujos sólo aparecen cuándo alguien se sienta y en la zona ocupada, consiguiendo así que la superficie del sofá sea siempre diferente según el número de personas que haya en él o las posiciones que tengan.
"Cariño, creo que tenemos que hablar de lo nuestro, últimamente el sofá siempre está azul" puede ser la próxima frase que inicie una crisis de pareja. Ándese con ojo.
Noticia sacada de: Elmundo